Todos queremos disfrutar la paz del Señor, pero tenemos que saber que no es una paz que caiga sola del cielo: Él nos la da, sin embargo el Señor nos indica que tenemos una parte activa.
Leer más
Todos queremos disfrutar la paz del Señor, pero tenemos que saber que no es una paz que caiga sola del cielo: Él nos la da, sin embargo el Señor nos indica que tenemos una parte activa.
Cuando era una niña vulnerable no tenía la capacidad de manejar el conflicto correctamente, así que utilizaba mis leyes para intentar mantenerme segura. Pero ahora como adulta estas mismas leyes me estaban robando la salud y mi identidad. Era hora de cambiar.
Creía que tenía que hacer todo lo que fuera posible por los demás. Mis pensamientos eran: “no tengo ningún derecho”, “no debo pensar en mis necesidades”, “tengo que decir que sí a todo”. Eran pensamientos autodestructivas, pero no lo sabía.
© 2024 Asociación Comunicando Vida.